19 de noviembre de 2016

El papa Francisco y el «New age»

Renitor
Francisco negó públicamente al Dios católico, contemporiza con la homosexualidad y en un mensaje recogido en vídeo (7 enero 2016) habló en favor del ecumenismo herético, esto es, conciliar cristianismo, mahometismo, hinduismo y otras doctrinas diferentes, sistema filosófico inequívocamente condenado en las Sagradas Escrituras. Francisco siempre fue religiosamente sospechoso y ahora aparece ligado a las vertientes más actualizadas de la «New age».

La difusión de esta grabación en vídeo fue el comienzo —o el remate— de su distanciamiento definitivo con el mensaje de Jesucristo y su Iglesia. Esta suerte de apostasía constituye en Francisco una grave culpa y un problema de grandes proporciones, máxime cuando quiere conseguir la unidad de las religiones basándola en la mística «New age», promovida y conducida por sociedades secretas y heréticas (masones, «perfectibilistas», iluminados...). Se atribuye a Francisco la plena autoría del mensaje, lo que indica la expresión de una política común cuyo objetivo —o uno de ellos— es una comunicación biológica y cósmica sin el Dios cristiano, en la práctica un ataque a la religión revelada por Jesucristo y conservada por la Santa Iglesia Romana.

Pocos se dejaron convencer por los argumentos de algunos eclesiásticos que explicaban que la razón de la renuncia de Su Santidad Benedicto XVI (febrero 2013) estriba en las luchas que habían estallado en el Vaticano entre los prelados buenos (fieles católicos) y los que practican secretamente filosofías heréticas. El papel de Francisco en la promoción del «New age» puede fácilmente ilustrarse. Cuando comenzó su «reinado» (marzo 2013), sus primeros postulados religiosos eran conseguir la unión efectiva de las religiones, lo que simbolizaba con su negación del Dios católico (septiembre) y una «purga fraterna» en la «Congregación para los Obispos» (diciembre) tras la confirmación como presidente de la misma del cardenal Ouellet, socio de la masonería (véase «Francisco no cree en el Dios católico», «La purga fraterna de Francisco» o «Francisco y la homosexualidad»). No se trata, pues, de un enfrentamiento entre «conservadores» y «progresistas», entre «apocalípticos» e «integradores», como quieren hacer creer los medios informativos.

Agencia Brasil
Francisco presenta como una fórmula de fe al acercamiento o diálogo religioso y es partidario de ayudar a que las religiones hagan causa común en la defensa de una ética universal, pero este mestizaje religioso o fenómeno de contaminación se describe inequívocamente en la Biblia: apostasía.
Pese a los muchos riesgos y amenazas actuales a la Iglesia católica, la primera encíclica de Francisco es una forma, entre ingenua y perversa, de fundamentalismo ecológico; y la Ecología no sólo es la mercantilización de la atmósfera (comprar el derecho de lanzar una determinada cantidad de gases), sino una de las columnas del «New age», que busca seducir nuevos adeptos con visiones idealistas de la naturaleza.

Cara al futuro, la gran cuestión es si la «resistencia» (católicos fieles) jugará un papel crítico ante la serie de amenazas que tiene que enfrentar el cristiano de la era cibernética, ahora con el agravante de un papa religiosamente sospechoso, o será un factor activador de confrontaciones que desintegrarán la Iglesia católica, como ya anunció Jesucristo.

La confrontación. La tendencia crítica acerca de las «novedades religiosas» que ha traído Francisco se agudiza en septiembre de 2016. Creyendo ver en ellas una contradicción con las ideas expuestas por la Biblia, los cardenales alemanes Walter Brandmüller y Joachim Meisner, el estadounidense Raymond Burke y el italiano Carlo Caffarra pidieron aclaraciones en una carta muy crítica dirigida a Francisco. Como fuere que éste no respondió, los autores la publicaron (19 noviembre 2016), publicación que ha impresionado al Orbe católico, al que las «novedades» de Francisco han causado desazón o desconcierto. Estos cardenales son los primeros que se han atrevido a intentar poner freno a las irreflexivas asunciones o corrientes religiosas de Francisco y se ha llegado a un límite de desconfianza en la curia que no será posible reducir. La señal de alarma está ya dada.

Gobierno de Argentina
La reacción de reserva que se produjo en torno a los sucesos que rodearon la elección de Francisco se han visto avalados por sus planteamientos, que pueden conducir a los católicos a falsas concepciones sobre el aborto, el divorcio o la homosexualidad y han ofrecido base suficiente para considerarle religiosamente sospechoso.
El «New age». Este sistema filosófico o religioso sin control («New age» en Estados Unidos y «nebulosa neo-mística» en Europa) es una mezcla de ecología y tecnologías electrónicas, una forma de síntesis «tecno-espiritual», estrechamente relacionada con la realidad virtual («Internet») junto a una visión espiritual del amor y las relaciones entre las personas, esencialmente optimista, perspectiva de consecuencias tan felices para el control social como desastrosas para el Cristianismo (apostasía), especialmente los católicos y los ortodoxos.