9 de julio de 2016

Cumbre de Varsovia y división de la OTAN

OTAN
El 8 de julio de 2016 tuvo lugar, en Varsovia, una cumbre OTAN que se la describe como la más importante desde el final de la «guerra fría». En ella, en un ambiente de tensión por algunas partes, fue firmado un acuerdo sobre el despliegue de tropas en los Países bálticos y Polonia, a la vez que se alcanzaba otro de mínimos sobre el gasto bélico. No obstante, comienzan a aflorar los primeros indicios de una crisis de confianza entre los países miembros de la Organización.

La conclusión de esta cumbre, según el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, «refuerza la disuasión y la defensa de la Alianza en un mundo más peligroso», pero la satisfacción por los supuestos avances conseguidos se vio teñida de escepticismo cuando fueron trascendiendo detalles de la reunión. A saber: la parte griega sigue oponiéndose al cerco económico de Rusia por parte de la Unión Europea y los Estados Unidos (cuya viabilidad y resultados, por cierto, resulta cada vez más cuestionable), en este encuentro no se alcanzaron progresos substanciales debido a la negativa europea a incrementar el gasto militar que propuso Obama (impediría la reducción del déficit público buscada por los europeos) y Bulgaria propuso la desmilitarización del mar Negro (este país tiene importantes intercambios comerciales con Rusia y un turismo marítimo de creciente interés).

Obama tuvo, aparentemente, que plegarse a los deseos de sus socios, pero en su rueda de prensa inmediata a la terminación de la cumbre, recordó que «soy el comandante en jefe del ejército más poderoso del mundo»; es decir, la posibilidad de una «diplomacia paralela» de Estados Unidos, sin consultar a los aliados europeos que no apoyan su política armamentística y de dureza en Europa oriental y Oriente Medio.

Diego Crespo
En la rueda de prensa a la terminación de la Cumbre, el presidente Rajoy Brei recalcó el compromiso español con la OTAN, aunque reconoció, con la estudiada ambigüedad que le caracteriza, la dificultad para conseguir en esta cumbre logros reales tras unos acuerdos iniciales que no llegan más allá de la voluntad de negociar.
Antipatía creciente. La década de 2010 ha constituido para la OTAN una prueba de supervivencia, dramatizada por los conflictos en Ucrania y en Oriente Medio. Y con la cumbre de Varsovia la propia vida de la Organización se ve amenazada, agravada por una antipatía creciente en muchos sectores de opinión europeos. Acaso por ello, el secretario general Stoltenberg aseguró que «la OTAN no representa ninguna amenaza para ningún país» y busca un «diálogo constructivo» con Rusia, afirmación esta última sin apariencia de verdad ante la instalación de bases de «anti-misiles» en Europa, medida que plantea un reto al que Rusia tiene que responder (probablemente vectores de lanzamiento con cabeza atómica múltiple para vencer por saturación el «escudo anti-misiles»).

ANEXO: OBAMA VISITA ESPAÑA

Tras la cumbre de Varsovia, Obama visitó España (9 julio), proyecto de visita protocolaria acortada por una matanza en Orlando. El rey Felipe VI, Obama y Rajoy recordaron a los medios informativos la importancia de la mutua relación de seguridad (OTAN) y económica (España es el sexto inversor extranjero en Estados Unidos y éste el tercero en aquél). Por supuesto, se trataron asuntos en privado, pero nada concreto se anunció de ellos, como no fuera la constatación del profundo entendimiento entre ambos países.

Diego Crespo
El presidente Obama junto a Rajoy durante la visita que hizo a España el 9 de julio de 2016, en el día inmediato a la cumbre OTAN de Varsovia, de la que ambos habían participado.