27 de septiembre de 2022

Los buques «Smart» y el futuro de la Armada

Renitor
En las dos últimas décadas se generaliza en la Armada un tipo de fragata pesada o destructor con desplazamiento alrededor de las 6 000 t (clases «F-100» y «110»). Sin embargo, en 2021 el astillero Navantia anuncia un nuevo tipo de buque de 4 000 t, que, por su originalidad y el alarde tecnológico de que hace gala, está asombrando a los profesionales: la clase «Smart 4000». En 2022 le sigue la «Smart 8000», proyectada sobre la anterior y de entre 8 000 y 10 000 t.

El modelo de la «Smart 4000» era mostrado a la prensa en la Feria Internacional de Seguridad y Defensa (Madrid) de 2021. Las características del buque son: desplazamiento de 4 000 t, eslora de 120 m, velocidad de 25 nudos (45 km/h), monta 64 lanzadores de misiles (superficie-superficie, antiaéreos o antisubmarinos), un cañón de calibre 76 mm, varios de 20 mm para defensa próxima y dotación de unos 60 hombres; podrá llevar ingenios aéreos auto o teledirigidos (drones) y una catapulta para lanzarlos, además de otros sumergibles y de superficie, y dos contenedores sobrepuestos. Dejando aparte la tripulación y el armamento abordo, son las características de una fragata mediana típica actual, pero se trata de un modelo muy diferente.

Novedades. A proa, de tipo «invertida», concebida para arrostrar mares muy agitados y olas de muchos metros, monta dos hélices de través («hélices de maniobra») y a popa una tobera de propulsión, que gira en acimut en forma que puede obtenerse empuje reactivo en cualquier sentido, obteniéndose mejoras de maniobrabilidad de la embarcación. Su cubierta aparece limpia y con sendas compuertas que resguardan el conjunto de tubos para lanzar misiles y el cañón, que puede quedar recogido en el interior del barco. Tiene una envolvente de material absorbente y sus formas se han diseñado de modo que reflejen un mínimo de microondas de radar y de rayos infrarrojos, dificultando su detección a distancia. Sus motores, basados en el sistema AIP de los submarinos «S-80», no producen ruido ni humo (véase Propulsión AIP de los «S-80»).

Renitor/Navantia
«Smart combat bridge» (puente de combate inteligente) de las «Smart 4000» y «8000». De la automatización extrema de estas naves da fe el hecho de que su tripulación es asombrosamente reducida: 60 y 120 hombres respectivamente.
El «Smart 8000», presentado en la feria Indo Pacific (Sídney) de 2022, con su eslora de 162 m y su desplazamiento de entre 8 000 y 10 000 t, resulta más grande que el «Smart 4000», pero también más rápido, ya que alcanza 30 nudos, y con grandes diferencias: dotación de 120 hombres (el doble), 36 lanzamisiles verticales (la mitad), un dispositivo electrónico de luz coherente (el láser), autonomía de 6 000 millas, dotación doble de drones, un par de helicópteros y su cubierta permite la maniobra de helicópteros pesados o convertiplanos.

El problema del peso. Como muestra de las dificultades que han de vencerse para llegar a resultados satisfactorios en este campo, baste señalar las discrepancias surgidas en torno a las más de 6 000 t de la «F-110», preconizado por algunas jefaturas de la Armada, pero no por otras, que preferían el proyecto original de 5 000 o menos toneladas. Se llegaría finalmente a una nave de más de 6 000 t y, según algunos, se impone construirlas cada vez más grandes. Las «Smart 4000» y «8000», diferenciables por su porte exterior, satisfacen ambas tendencias.

Nuevos medios de combate. No hay especiales novedades que reseñar relativas al «Smart». A los ya clásicos basados en el uso de cañones y cohetes se han añadido nuevos sistemas de armas de radiación coherente (rayo láser). La llamada sensor fusion o fusión de captadores (agrupaciones automatizadas de equipos capaces de comunicarse interactivamente entre ellas) y la tecnología furtiva (envolvente de material absorbente) no son en sí una novedad: ambas se aplican en los nuevos «F-110» y la primera extensible a otros buques ya terminados.

Renitor/Navantia
Imagen ideal de la «Smart 8000». Esta y la «Smart 4000», de menor porte, tendrían por misión primordial proteger a navíos mayores y los convoyes, respectivamente, aunque ambas son polivalentes.
¿El final de una etapa? El destructor español Bazán, el más antiguo actualmente en activo, entró en servicio en 2002 y el Colón, el más moderno, fue dado de alta en las listas de la Armada en 2012. En 2022 comienza la construcción en Ferrol de un nuevo destructor (formalmente fragata), el Bonifaz, el primero de una serie de cinco —clase «F-110»—. Aunque de potencias y capacidades navales notablemente diferentes, ambos buques son esencialmente iguales y el nuevo tipo «F-110», si bien más perfecto, es el final de toda una generación aparecida en el inicio del siglo XXI (véase Los nuevos destructores españoles). El «Smart 4000» es un barco muy diferente. Se trata de una de esas naves cuyo principio es la tecnología furtiva.

Previsiones. Dícese que Navantia prevé terminar un prototipo de dimensiones reducidas del «Smart 4000» en las postrimerías de esta década, pero es sólo una declaración de intenciones (ni la Armada ha anunciado sus propósitos ni el Parlamento la concesión del dinero para la realización del prototipo). Otro tanto ocurre con la Marina australiana y el «Smart 8000», proyectado sobre el anterior por la sección australiana de la española Navantia.

Como conclusión, tal vez pueda decirse que la tendencia en las evoluciones de los nuevos buques, españoles o no, es la de lograr secciones transversales pequeñas que reduzcan la capacidad de detección del radar. En otras palabras, un barco «invisible», lo que supone que no es detectable por el radar (tecnología Stealth), una forma de defensa pasiva contra misiles hipersónicos. Aunque las nuevas fragatas «F-110» utilizan en parte técnicas stealth, los «Smart 4000» y «8000» serán construidos enteramente de acuerdo con este concepto y el de la «inteligencia artificial».

Navantia
Los buques tipo «F-110» o clase «Bonifaz» de más de 6 000 t y tecnologías de vanguardia, actualmente en construcción, hacen innecesarios, al menos a medio plazo, barcos de las características de los «Smart 4000» u «8000».
Prospectiva. Varios años serán necesarios para que estas naves tan extrañas, si alguna vez se construyen, prueben las cualidades apuntadas. Sólo entonces sabremos si pasarán a la historia como las pioneras de una nueva era de la Armada —y de las marinas extranjeras en ellas interesadas— o con resultados tan medianos como la clase estadounidense «Independence», barco éste que no parece haber satisfecho plenamente.

ANEXO
Publicidad y buques futuribles

Publicidad. Con objeto de salvaguardar al lector de algunos sensacionalismos que impregnan la información sobre el orbe militar, convienen algunas palabras de cautela. Ocurre a veces que los grandes astilleros militares, cuando quieren impresionar a los parlamentarios para que aprueben nuevos programas de armamentos, exponen públicamente algún ingenio de apariencia insólita que muestra la tecnología presuntamente de vanguardia de sus nuevos barcos. Así, a la vista de estos buques de guerra, los especialistas no pueden diferenciar propaganda y buques futuribles. Además, la imposibilidad actual de contrastar con los hechos las teorías que se aplican para construir la Armada del futuro ha contribuido, en el caso del «Smart 4000», a excesos especulativos que no tienen cabida en el marco de los programas actuales o a medio plazo.

Buques futuribles. El «Smart» es un concepto, un buque de guerra en prospectiva para prevenir las situaciones que se crearán en el futuro. Y desde que se concibe y empieza a proyectar hasta que se acaba de construir transcurren diez años, en condiciones favorables (sin corruptelas ni complicaciones parlamentarias). Ahora bien, la construcción de la «Smart 4000» o una versión degradada es verosímil porque los buques tipo «F-100» o «110» (más de 6 000 t) y BAM (menos de 3 000) tienen misiones primordiales muy diferenciadas y sin un barco intermedio (las seis fragatas «F-80» de 4 200 t serán eliminadas en esta década). Así, no puede decirse, en rigor, que el «Smart» (al menos el modelo «4000») sea un barco propagandístico, según se ha venido afirmando. Ya veremos qué ocurre.