Renitor |
En los próximos años, y dejando aparte el primero
de cuatro submarinos AIP propios armados de misiles, la novedad más
importante en las fuerzas navales españolas es la aparición del destructor o
fragata pesada «F-110». A las misiones señaladas para un buque de su tipo, se le
añade explícitamente una de primera importancia: la lucha contra submarinos
nucleares. Y es en esta potencia y su furtividad (utiliza técnicas stealth)
en donde se apoya la curiosidad de terceros países, al punto de pensar en el
espionaje, como el citado caso de China.
La serie «F-110» substituye a la media docena de
fragatas clase «F-80» de 4 200 t (1986-94), que en 2025 estarán al final de su
vida útil, y complementa con su capacidad submarina a los «F-100». Dado los
elevados costos de estos buques, su promedio de vida puede estimarse en unos
cuarenta años, eso sí, mediante una gran modernización a los veinte años de su
entrada en servicio que se complementa con las continuas modernizaciones que
actualmente se introducen en todos los sistemas de armas.
El «F-110» es superior a cuantas fragatas pesadas se
encuentran ya navegando o en construcción en cualidades tan importantes como el
grado de insonorización y sus capacidades de detección, pero únicamente los
historiadores futuros podrán responder a la pregunta de si este programa podrá
ser realizado con tanto éxito como el del «F-100», el más perfecto de Europa en
su tipo según la prensa especializada estadounidense (y del mundo según la
china).
Características. El «F-110» es un buque de 6 200 t, mide 145 m de eslora
y va propulsado por un motor de turbina y dos eléctricos, con una velocidad de
casi 30 nudos. Su dotación es de 150 hombres frente a los 215 de la más pequeña
«F-80» como resultado de la mucha automatización a bordo (adapta las técnicas de
«inteligencia artificial»). Para protección antiaérea y antimisil va armado de proyectiles
SM-2 (alcance de 170 km) y Sea Ceptor o RIM-162 (60 km); para la lucha contra
submarinos, torpedos Mk 54 y los helicópteros embarcados, con sus propias
armas, que hacen posible extender aún más la acción antisubmarina; para la
lucha superficie-superficie, misiles Harpoon II (320 km) y cañón de 127/64
mm; y para protección próxima, varias bocas de fuego de 25 o 30 mm, tele o autodirigidas
(electroópticas).
Otros buques en
construcción. Tras el portaaeronaves
polivalente Juan Carlos I, han entrado en servicio otros dos iguales en la
Marina australiana, el Canberra y el Adelaide. Uno más se encuentra en
construcción para Turquía, el Anadolu. Ya han entrado en servicio 13 buques
«F-100» (España, Noruega y Australia). En
cuanto a los buques tipo BAM de unas 2 000 t para misiones multipropósito,
entre los ya en servicio y los que entrarán en los próximos años, alcanzan el
número de 16 (España, Arabia Saudita y Venezuela). Se encuentran asimismo en
construcción dos buques de aprovisionamiento en el mar de 20 000 t tipo
«Cantabria» para Australia, el Supply y el Stalwart. Aprobada la
construcción del primero de la serie «F-110», otros cuatro iguales se prevé
comiencen a construirse en 2023-26 (Lauria, Avilés, Córdova y Barceló). En este lapso de tiempo, se prevé entren
también en servicio 4 submarinos de 3 400 t que ya están en construcción, de
propulsión AIP, armados de misiles de crucero. (Véase Armada: últimos barcos y planes y España: 7º exportador mundial de armas.)