9 de diciembre de 2018

Melania Trump: del erotismo a la política

White House
Los primeros —y más críticos— trabajos bibliográficos sobre Melania Trump describen la típica aventurera de origen humilde que se hace famosa e influyente. Belleza, buena figura, inteligencia, episodios eróticos y un éxito social espectacular contribuyen a especulaciones varias, algunas poco favorables, como las que han ido apareciendo tras su matrimonio con el exitoso empresario y hoy presidente estadounidense Donald Trump.

Melania Trump, originalmente Malanija Knavs, nació el 26 de abril de 1970 en Novo Mesto, Eslovenia (antigua Yugoslavia), hija —dícese— de un comerciante de automóviles y una costurera. Tras la instrucción primaria en Sevnica, donde pasó a vivir con su familia, estudió en la Universidad de Liubliana sin titularse. A sus 16 años, trabaja primero como modelo fotográfica con Stane Jerko y luego con agencias de Milán y París, pasando a llamarse Melania Knauss (germanización de su nombre original).

Período de incertidumbres. El período 1995-98 mantiene zonas de sombra e incertidumbre. En 1996 marchó a Nueva York y sirvió de modelo en retratos de alto contenido erótico. Un trabajo bibliográfico-crítico de Adam Schlecter y un artículo del semanario «Suzy» la relacionan, en aquellas fechas, con unas agencias al servicio de sociedades de recreo de caballeros, muy selectivas, cuasi-privativas de aristocracias económicas o personajes influyentes, principalmente Milán y Nueva York. En 1998, en circunstancias que ni ella misma ha sabido explicarse con claridad, conoce al multimillonario Donald Trump, de 52 años y divorciado por dos veces (Ivana Zelnícková en 1992 y Marla Maples en 1998). Según el periodista esloveno Bojan Pozar, la riqueza e influencia de Trump favoreció el éxito profesional de Melania, que pasó del vulgar reportaje erótico a las portadas de revistas tipo «Vanity Fair» o «Vogue».

Matrimonio. Donald Trump la hizo su amante y después su esposa (2005). A la ceremonia nupcial, celebrada en Palm Beach (Florida), asistieron el ex presidente William Clinton y su esposa Hillary, senadora por Nueva York. En 2006 nace Barron William, primer y único hijo de Melania, quinto y último de Donald.

Max Magazine
Melania Knauss y Emma Eriksson posan para el fotógrafo Alé de Basseville, en 1995, para la revista «Max Magazine», en un retrato cargado de un acentuado simbolismo erótico. Tres años después conoció a Donald Trump, con quien contraería matrimonio en 2005.
Hacia la Casa Blanca. Su marido desarrolló una pronta carrera política, donde llegó a candidato republicano a la presidencia, e inmediatamente Melania pasó a ser objeto de especulaciones, hostigada por los competidores de su esposo —y también una minoría republicana— a propósito de su pasado como modelo erótico y de algún otro tema. En 2016 el «New York Post» publicó fotografías eróticas de Melania, realizadas en 1995, y el británico «Daily Mail» la relacionó en los años 90 con un club de caballeros italiano.

Primera dama. Cuando su marido llegó a la presidencia del país (20 enero 2017), se convirtió en la segunda esposa extranjera de un presidente estadounidense y aquél, a su vez, en el segundo presidente sin lazos familiares con el rey Juan de Inglaterra (véase «El padre de todos los presidentes de Estados Unidos»). Por estas fechas, el citado «Daily Mail» fue objeto de una acusación judicial por la circunstancia de difamación, con sentencia favorable a Melania. Los periodistas aprendieron la lección: Melania, en su condición de primera dama, estaba por encima de toda sospecha so pena de conocer los tribunales y alguna indemnización millonaria.

Problemas conyugales. El atractivo personal de Melania produjo una grata impresión en la opinión pública frente a la impopularidad de su marido. El alejamiento entre ambos, cuyas relaciones públicas fueron siempre frías, se hizo casi completo en 2018 al irse publicando supuestas relaciones extraconyugales de aquél con prostitutas peliculeras.

Poco comunicativa y dada a la soledad, en mayo de 2017 visitó el Vaticano y allí hizo profesión pública de catolicismo. En junio de 2017 decidió pasar a vivir a la Casa Blanca, pero a condición de un exorcismo en el edificio (febrero 2018), cosa extraordinaria que causó extrañeza. Aunque es bien conocida la importancia de ciertas formas de supersticiones y religiones entre la clase política y la financiera, estas no se encuentran cercanas al Catolicismo sino a sistemas filosóficos o religiones de misterio, algunas de ribetes satánicos.