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La información es escasa, no sólo en armas atómicas sino también en las de empleo general. Por criterios propagandísticos y estrecheces económicas, Corea del N sigue un proceso de mantener en servicio su material más antiguo. Así, en 2018, sus fuerzas armadas administran carros de combate T-34 y cañones de asalto SU-100 de la II Guerra Mundial, aviones MiG 17 y 19 de los años 50 y submarinos «Romeo» de los 60.
La cantidad. Medido en número de armas, mantiene un ejército de gran entidad. El Ejército de Tierra cuenta con unos 950 000 hombres y la existencia de unas fuerzas paramilitares cifradas en unos 400 000, apoyadas por 5 500 carros de combate, 7 500 transportes acorazados, 8 500 cañones y obuses de entre 100 y 170 mm (todos autopropulsados, excepción del M-1985, remolcado) y unos 4 800 lanzadores múltiples de cohetes (LCMP), con el viejo BM-24 como el más potente (12 alvéolos de 240 mm de calibre). La fuerza aérea dispone de unos 900 aparatos, la mitad aviación de caza, y unos 100 000 hombres. Las fuerzas navales están formadas por 2 fragatas ligeras clase «Najin» (chinas), 4 corbetas, 270 lanchas de pequeño desplazamiento armadas con torpedos o misiles superficie-superficie, una veintena de submarinos diesel de unas 1 400 t, otro de 2 000 t armado de un misil de lanzamiento submarino y medio centenar de sumergibles enanos «Sango» (300 t) y «Yeono» (130 t).
En calidad las Fuerzas Armadas norcoreanas están muy atrasadas. En el capítulo de carros de combate, el material básico son unos 3 500 T-55, 62 y 64, obsoletos; del «moderno» T-72, incluida la copia local Pokpung-ho, el número es de unos 500. Todavía están en nómina armas cinéticas autopropulsadas caducas, como el ZSU-57/2 (dos bocas de fuego de 57 mm montadas en una torreta giratoria), modelo antiaéreo de los años 60.
El material más moderno en cuanto a aviones de caza se refiere es el MiG-29, con sólo unos 40 y en su versión más primitiva. Los otros modelos en servicio son unos 500 MiG-17, 19 y 21, de los años 50, y MiG-23, de los 70. El armamento de estos aviones lo constituyen, principalmente, misiles aire-aire soviéticos AA-2 Atoll (1961), con alcance de 8 km. El más moderno, privativo de los MiG-29, a los que le cumple defender la capital norcoreana, es el ruso AA-11 Archer, también de corto alcance y en número muy pequeño (medio centenar).
Las fuerzas navales sólo sirven para operaciones de poca envergadura. La treintena de lanchas lanza-misiles clase «Osa» (soviética) van armadas con anticuados misiles superficie-superficie SS-N-2A Styx (o la copia china CSS-N-1), los submarinos tipo «Romeo» (o el chino Tipo 33) difícilmente podrían alcanzar sus originales objetivos (ataque al tráfico), los mini-sumergibles (clases «Sango» y «Yeono») son inútiles en el combate naval y el submarino más moderno, el Sinpo, de 2 000 t y misil único con alcance de sólo 1 000 km, debería acercarse a los mares inmediatos a Estados Unidos para poder alcanzar el objetivo previsto con su misil KN 11.
Arsenal atómico. Se cree que Corea del N ha conseguido material fisionable para fabricar una docena de explosivos atómicos, pero ninguno de ellos es operacional, sin vehículos capaces de transportarlos (las primitivas cabezas atómicas norcoreanas son tan voluminosas que no se pueden incorporar a los cohetes). Para mejorar la relación rendimiento/peso a fin de crear armas más pequeñas son necesarios ensayos nucleares y los de Corea del N (6 en 2006-17) son de muy poca potencia (el último desarrolló la energía equivalente a 30 000 t de trinitrotolueno o 30 kilotones, poco más que la bomba atómica lanzada sobre Nagasaki, de 23 kT).
La cohetería norcoreana es en su totalidad de alcance corto (SRBM) o intermedio (IRBM), cuyo limitado radio de acción hace que su blanco eventual no pueda ser más que Corea del S o Japón. El Hwasong 13 fracasó y a principios de 2018 se probaron los Hwasong 14 y 15, primeros misiles balísticos intercontinentales (ICBM) norcoreanos, de dos fases y un alcance de unos 8 000 km. Todos ellos constituyen sistemas móviles, pero son de propergol líquido (lanzamientos más lentos, almacenamiento más difícil), esto es, no es posible lanzarlos al aire en cuanto se produce la primera señal de alarma, por lo que pueden ser alcanzados en tierra.
A falta de cabezas nucleares miniaturizadas, los misiles norcoreanos no han alcanzado su fase operacional como NDV (vehículos portadores de armas nucleares). Sin embargo, Corea del N almacena unas 5 000 t de armamento químico o biológico (Ántrax y Sarín), que fácilmente se encierra en ojivas adaptadas a cohetes, incluido el pequeño Hwasong 5 (1985), cohete simple soviético (Scud) y alcance de unos 300 km.
Para mantener este museo es necesario, en función de la pobreza de este país, invertir anualmente entre el 40 y el 50% del producto social bruto. Este gasto guarda íntima relación con la penuria alimentaria que, desde la década de 1990, ha causado más de tres millones de muertos (véase Corea del Norte: armas nucleares y genocidio).