El 24 de
enero de 2024 el presidente Pedro Sánchez realizó una visita a los astilleros de Ferrol (Galicia), en el transcurso de la cual anunció la construcción de un buque de aprovisionamiento en combate (BAC) tipo «Cantabria» mejorado, con un coste de 440 millones de euros. Este anuncio sorprende y tiene claros fines de propaganda electoral (elecciones regionales gallegas en febrero de ese mismo año).
BAC españoles. La Armada administra en 2024 dos buques de aprovisionamiento en combate: el A-14 Patiño
(1995), de 17 000 t de desplazamiento y 166 m de eslora, y el A-15 Cantabria (2010), de 19 500 t y 174 m. A los BAC hay que agregar otros dos buques de aprovisionamiento logístico, pero del tipo Ro-Ro (transporte de vehículos que entran y salen del buque por sus propios medios) y ambos propiedad del Ejército de Tierra: el A-06 Ysabel (2021), de 16 400 t y 150 m, y el A-07 Camino Español (2023), de 12 300 t y 155 m.
Sorpresa. Las prioridades actuales de la Armada se centran en los destructores o fragatas pesadas clase «Bonifaz» (2 en construcción y 3 planeados), submarinos «Peral» (1 terminado y 3 en construcción), buques tipo BAM en diferentes configuraciones (4 planeados), helicópteros NH-90, misiles NSM y otros de menor cuantía. En cuanto a las futuribles a corto plazo y dejando aparte el problemático —e inevitable— avión F-35B de Lockheed, hay tantas prioridades como autores, pero en ninguna publicación autorizada o especializada ocupaba el primer puesto un tercer BAC y en plazo tan breve (se empezará a construir en la segunda mitad de 2024).
Juicios críticos. La revisión de las necesidades de la Armada a la hora de establecer prioridades son sugerencias que no podemos dejar de compartir. Sucede muchas veces, sin embargo, que las necesidades caminan en sentido opuesto, subsistiendo las decisiones políticas (y el entramado
industrial) en detrimento de las militares.
¿Buques o votos? La construcción de buques de guerra se debe gestionar dentro de una estrategia de sostenibilidad, lo que supone una
planificación detallada, con establecimiento de prioridades y alternativas, sin cabildeos políticos, a riesgo de un desbarajuste. La substitución del Patiño en esta década ha sido considerada como «indiscutible», pero cabe preguntarse si la construcción del
nuevo BAC en 2024 obedece sólo a las prioridades de los marinos o a recusables electoralismos, unos electoralismos que alcanzan límites de especial repugnancia en Pedro Sánchez, primer presidente español sin ganar unas elecciones.
EL A-15 «CANTABRIA»
El BAC «Cantabria» es un buque tanque provisto de helipuerto y hangar para tres aeronaves medianas o dos pesadas, con 174 m de eslora, 19 500 t de desplazamiento y una capacidad total de las cisternas de 10 700 m3 (combustibles de buques y de aviación y agua potable), además de 750 t de munición y carga en general. Esas dimensiones son superadas en la Armada sólo por el portaaeronaves polivalente Juan Carlos I (231 m y más de 27 000 t). Se han construido tres naves tipo «Cantabria», todas en Puerto Real (Cádiz), una para la Armada y dos
para la Marina australiana (el Supply en 2018 y el Stalwart en 2019). La causa de su importador único (Australia) es el elevado coste de la nave (casos de Noruega o Nueva Zelanda).
El Cantabria participa muy activamente en la SNMG, agrupación marítima permanente integrada en la NRF (Fuerza de Respuesta Rápida de la OTAN), con patrullas en los mares del Norte, Báltico y Mediterráneo oriental. En 2013 visitó Australia, durante nueve meses, y en 2016 se dirigió a Canadá, en ambos casos a petición de las marinas de guerra de esos países.