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Así nació el «Airlander 10», con un volumen de 38 000 m cúbicos y especialmente diseñado para los servicios de carga y transporte. Este modelo puede remontarse a 6 000 m, desarrollar una velocidad de 150 km/h y desplazarse con una autonomía de 2 500 km. Se elevó en Bedfordshire (Inglaterra) el 18 de agosto de 2016, en pública exhibición. Se trata de un globo dirigible de clase «semirrígido», esto es, dentro del mismo no hay habitáculos ni almacenes ni una armadura metálica que le de forma (es un depósito estanco sólo para el gas), pero lleva en toda su longitud una quilla metálica en la que van adosadas las barquillas o cabinas de mando, carga, radar y comunicaciones, que sobresalen del globo.
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y realidad. Con sus 93 m de longitud, es por hoy «la aeronave más
larga del mundo», pero entre las globos dirigibles históricos es de
tamaño mediano, más pequeño que el alemán L-30 «Super Zeppelin»
de 1915 (54 000 metros cúbicos) y sin comparación con la
mejestuosidad del «Hindenburg» de 1936 (200 000 metros cúbicos y
244 m de longitud). Ahora bien, supera a sus predecesoras en
rendimiento, aerodinámica y condiciones de seguridad, sobre todo la
seguridad, tanto en el aire como en el suelo. El gas para la
elevación y sustentación es helio no inflamable, el globo va
recubierto de un tejido con fibras sintéticas supertenaces («Kevlar»
y otros polímeros) que puede resistir proyectiles de armas de fuego
ligeras (herencia del modelo militar), sin superficies movibles de
control (cuatro motores orientables le imparten capacidad de
maniobra) y capacidad de vuelo automático (sin tripulación).
Uso comercial. La
aeronave no va dirigida al transporte de personas, sino de mercancias
por vía aérea en situaciones particulares, como el movimiento de
cosas a puntos aislados, con terreno accidentado, sin ferrocarril ni
carretera, o que están en el agua. También se perfila como un
auxiliar para las compañías aéreas al servicio de mercancías que
quieran alcanzar a los más pequeños centros de población, con la
ventaja de un ruido ínfimo ocasionado por el vuelo y una
superioridad en economía de funcionamiento y capacidad de transporte
relativa al helicóptero.
Con
este modelo, y otros mejorados, el globo dirigible puede cobrar auge
para usos comerciales y los más optimistas planean establecer un
servicio regular con un tendido de líneas aéreas interiores. Con su
capacidad para aterrizar o amerizar en vertical y mantenerse
suspendido, casi sin servidumbre o infraestructura terrestres, a más
de las ventajas inherentes antes mencionadas, la utilidad que podría
reportar el globo dirigible en operaciones comerciales no se discute.
Todo dependerá del éxito de los primeros modelos. El «Airlander
10» es uno de ellos.