2 de octubre de 2014

La OTAN despliega tanques en Polonia

US Department of Defense
En septiembre el Comité de Planes de Defensa de la OTAN acordó establecer un refuerzo militar de su frontera oriental, y en las dos próximas semanas saldrán de Alemania para Polonia y Países bálticos 700 soldados y un número indeterminado de carros de combate M1A2 Abrams, vehículos de combate de infantería M2A3 Bradley y transportes acorazados M1126 Stryker de la 1ª División de caballería estadounidense.

En los últimos meses una serie de acontecimientos han cambiado el marco en el que se venía moviendo la OTAN, especialmente la europea, que representa el 90% de la misma. Estos sucesos son, básicamente, la anexión rusa de Crimea, lo indeterminado de la evolución de los acontecimientos en Ucrania y un rearme ruso que sólo se entiende como auxiliar de una agresiva política exterior.

Con este clima bélico, a Moscú, parece ser, le ha salido el tiro por la culata (no así a los «círculos invisibles de poder» que rigen la política internacional). En efecto, en los últimos años se cuestionó, y mucho, la continuidad de la existencia de la OTAN, pero se ha decidido su pervivencia y fortalecimiento debido a los sucesos ya citados, de los que el presidente Putin es responsable último. Otro daño importante, y al que nadie presta atención, es que Moscú ha pulverizado el «espíritu de Roma» (1991), donde se decidió que la OTAN sería más europea, con menos peso específico de Estados Unidos (por ello invitó a sus antiguos países enemigos a cooperar abiertamente, en una fórmula defensiva europeísta).

Estos pequeños despliegues militares pueden aumentar de modo espectacular en breve plazo. Cada nación de la OTAN tienen una fuerza de «reacción inmediata» para integrarse, caso necesario, en un conjunto coherente. A este tipo de fuerza cabe sumar otra de «reacción rápida» para ser empleada en cualquier país integrado en la Alianza, que encuadraría unos 18 000 soldados. Las otras fuerzas llamadas de «defensa principal» y «de refuerzo», cuya entidad es de varios Cuerpos de Ejército, serían unidades activadas en caso de guerra declarada.

Arma acorazada polaca. La entidad de la misma, incluida la reserva, es de unos 900 carros de combate y 1 500 vehículos de combate de infantería, repartidos principalmente en una división acorazada (11ª) y dos mecanizadas (12ª y 16ª). Dispone del siguiente material: carros de combate, 233 PT-91, 128 Leopard 2A4 y, en la reserva, 690 T-72 (la mitad inútil y todos a eliminar en 2018); vehículos de combate de infantería, 1 290 BPM-1 (cadena-oruga) y 212 KTO Rosomak (ruedas con cuatro ejes). Se trata, pues, de una fuerza numéricamente de cierta importancia, pero cualitativamente mediana o anticuada.

El PT-91 es un T-72 ruso rehecho y perfeccionado en arsenales polacos. El carro más avanzado es el Leopard 2A4, ya superado para los cánones cualitativos de la OTAN, pero similar o superior en el conjunto de sus características al tipo ruso más avanzado, el T-90, versión reformada del mediano T-72, que tan malos resultados ha dado en las guerra de Kuwait e Irak (véase La guerra de Kuwait). Los vehículos de procedencia rusa están decreciendo en número, mientras aumentan los europeos y norteamericanos.