NASA
|
Constituye el segundo de los
grandes acontecimientos astronáuticos de los últimos años (el otro
ha sido la visita al cometa Churyumov de la sonda europea Rosetta,
sobre la cual dejó caer un módulo explorador). Sin embargo, la
exploración del espacio profundo se ha trivializado y este vuelo,
que permitirá a los astrónomos conocer un astro sobre el cual casi
nada se sabe, escapa a la atención del público e incluso a la de
los medios de comunicación.
Plutón, el último planeta
del sistema solar conocido hasta 2002, fue descubierto en 1930 por
Clyde W. Tombaugh, del observatorio Lowell (Arizona), y desde
entonces ha sido escudriñado con los mejores telescopios, pero está
tan lejos y es tan pequeño que su observación es muy difícil. Este
planeta de 2 300 km de diámetro gravita a unos 5 900 millones de km
del Sol (distancia media), pero la excentricidad de su órbita es tan
grande (afelio de 7 304 millones de km y perihelio de 4 435 millones)
que desde 1979 hasta 1999 se encontró más cerca del Sol que
Neptuno. Su velocidad orbital es de sólo 5 km/s frente a los 35 de
Venus o los 30 de la Tierra, por lo que necesita casi 248 años para
dar una vuelta completa en torno del Sol. Al parecer, Plutón carece
de atmósfera o es muy tenue (huellas de nitrógeno y metanol) y su
temperatura media (-230º C) no se aleja mucho del cero absoluto (-273º
C).
La polémica de Plutón. Este planeta se aparta de lo normal (pequeñas dimensiones, órbita muy excéntrica e inclinación de 17º con respecto a la eclíptica) y algunos lo describieron como el mayor de los asteroides conocidos o un satélite que se habría escapado a la atracción de Neptuno. Esta posibilidad se descartó en 1978 con el descubrimiento de un satélite de Plutón, al que pusieron nombre Caronte, de dimensiones tan grandes (1 200 km) respecto a los de su planeta que constituye el segundo ejemplo de planeta doble en el sistema solar (el otro es el sistema Tierra-Luna) y el de características más extremas: Caronte tiene la mitad del tamaño de Plutón y está muy ceca de él (19 600 km).
La polémica de Plutón. Este planeta se aparta de lo normal (pequeñas dimensiones, órbita muy excéntrica e inclinación de 17º con respecto a la eclíptica) y algunos lo describieron como el mayor de los asteroides conocidos o un satélite que se habría escapado a la atracción de Neptuno. Esta posibilidad se descartó en 1978 con el descubrimiento de un satélite de Plutón, al que pusieron nombre Caronte, de dimensiones tan grandes (1 200 km) respecto a los de su planeta que constituye el segundo ejemplo de planeta doble en el sistema solar (el otro es el sistema Tierra-Luna) y el de características más extremas: Caronte tiene la mitad del tamaño de Plutón y está muy ceca de él (19 600 km).
Este planeta binario tiene
cuatro satélites minúsculos, rocas informes de entre 10 y 150 km,
descubiertos por el telescopio espacial Hubble: Hydra y Nix
(2005), Cerbero (2011) y Estigia (2012). Tras el descubrimiento del planeta Eris (2005), la Unión Astronómica Internacional (IAU) decidió
degradar Plutón a «planeta enano», poco más o menos que un cuerpo
esferoide semejante a los planetas, equiparándole en dignidad
galáctica al planetoide Ceres, de 980 km, el gigante de los
asteroides hasta ahora catalogados. Esta decisión, muy polémica,
planteó ordenaciones engorrosas tan poco prácticas que algunos
astrónomos simplemente la ignoran.
La sonda «New Horizons» se proyectó para intentar una primera exploración del planeta Plutón desde su espacio circundante. Tiene 2'1 m de largo y 2'7 de ancho, 478 kg de peso (77 de ellos propelente para el motor de maniobra) y la fuente de energía a bordo es una batería de isótopos radiactivos o «central nuclear en miniatura». Fue lanzada desde el astropuerto de Cabo Kennedy (2006), a
bordo de un cohete Atlas V55-1, trifásico, en la dirección de
Júpiter para aprovechar el efecto de «trampolín gravitacional» (en febrero de 2007 sobrevoló este planeta a 76 390 km/h). En su viaje a Plutón, penetró en las órbitas de Saturno (2008), Urano (2011) y Neptuno (2014). A partir de mayo de 2015 irá transmitiendo a la
Tierra fotografías cada vez más detalladas de Plutón y el 14 de
julio se situará a unos 10 000 km de él, iniciando un amplio
trabajo fotográfico y de análisis.
En cuanto a la exploración del espacio profundo, marcan un hito los vuelos de las naves New Horizons y Rosetta, redondo si la primera llega en condiciones al cinturón de Kuiper (2017) y los técnicos europeos consiguen reactivar el módulo explorador de la segunda, Philae, anclado al suelo del cometa Churyumov desde noviembre de 2014, pero inútil por una exposición a la luz insuficiente para la recarga de sus acumuladores (véase Sonda Rosetta: al encuentro del cometa).
En cuanto a la exploración del espacio profundo, marcan un hito los vuelos de las naves New Horizons y Rosetta, redondo si la primera llega en condiciones al cinturón de Kuiper (2017) y los técnicos europeos consiguen reactivar el módulo explorador de la segunda, Philae, anclado al suelo del cometa Churyumov desde noviembre de 2014, pero inútil por una exposición a la luz insuficiente para la recarga de sus acumuladores (véase Sonda Rosetta: al encuentro del cometa).
ACTUALIZACIÓN
Como
fue previsto, el 14 de julio de 2015, a las 11 h 50 min (horario al
meridiano de Greenwich), Horizons pasó a 12 450 km de Plutón.
El planeta, con un núcleo rocoso y una superficie de nitrógeno
congelado, tiene un diámetro de 2 370 km (unos 70 km superior a la que se calculaba por medios ópticos desde la Tierra), sin abultamiento
ecuatorial visible. Es un mundo poco accidentado y con desniveles
geológicamente jóvenes (unos 100 millones de años). Incluso a la
luz de las más temerarias teorías biogenéticas, en este planeta no
se admite la posibilidad de alguna forma de vida.
Una de
las revelaciones de la New Horizons ha sido la de que Plutón
tiene agua congelada que contiene muy poco polvo meteorítico, como
también sus satélites Caronte, Hidra y Nix. Grande fue la sorpresa de los
astrónomos de la NASA cuando, al examinar las fotografías
transmitidas por la New Horizons, descubrieron que Plutón es un
mundo colorido, de encarnado vivo en el ecuador y azul turquesa
en latitudes polares. Menos espectacular aparece su grisáceo satélite Caronte. Para conocer algo más positivo en relación a estos astros habrá que esperar el análisis de los datos suministrados por el paso de New Horizons por sus cercanías.
Más
allá de Plutón. A fines de julio se alejaba ya hacia el exterior de la órbita de Plutón, prosiguiendo su viaje interplanetario. A una velocidad media de 49 600 km/h extenderá su misión en el cinturón de Kuiper, para alcanzar en 2019 un astro llamado «2014 MU-69». No se sabe a que distancia finaliza la capacidad de comunicaciones de la sonda con los centros de control en tierra, pero sí que el volumen de información por segundo va decreciendo con la distancia (38 000 bits en la órbita de Júpiter y unos 1 000 en la de Plutón).
NASA
Los astrónomos disponen ahora de fotografías del suelo de Plutón, con una precisión de unos 100 m en extensión. Es un mundo poco accidentado: en su superficie el desnivel no pasa, parece ser, de 500 m respecto al radio medio del globo.
|
La nómina planetaria del sistema solar no tiene sus límites en Plutón, pero la infinidad de cuerpos transplutónicos son muy pequeños, casi en su totalidad residuos que quedaron al formarse los planetas. Las excepciones, por ahora, son media docena de «planetas enanos» o «planetoides» con unos diámetros de entre 1 000 y 2 300 km (véase Planetas gigantes transplutónicos).
Más allá del sistema solar. Cinco son ya las sondas interplanetarias que se alejan del Sol para siempre: los Pioneer 10 y 11, los Voyager 1 y 2 y el New Horizons. Sólo el último ha sido programado para fotografiar y estudiar de paso Plutón y astros transplutónicos, y ninguno para informarnos sobre los límites del sistema solar, que algunos astrónomos sitúan a unos treinta mil millones de kilómetros. Al parecer, Horizons es capaz de seguir transmitiendo datos durante 5 o 6 años más y en este lapso es probable la aparición de otros astros, ninguno mayor que Plutón, salvo uno negro como el carbón.
ANEXO FOTOGRÁFICO
La mejor resolución alcanzada por la cámara de New Horizons ha sido tan excepcional que, sumada a los datos suministrados por toda otra batería de instrumentos, nos han proporcionado una visión única de Plutón y Caronte.
NASA
Una de las sorpresas de Plutón: esta «brochada» sobre la superficie del planeta es una llanura sin cráteres y geológicamente muy joven (unos 100 millones de años).
|
NASA
En relación a su compañero cósmico, Caronte aparece grisáceo y más accidentado.
|