Gobierno de Ucrania
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Ucrania
es el más extenso de los países enteramente europeos (unos 600 000
kilómetros cuadrados), pero también uno de los más pobres. Fue una
de las 15 integrantes y la segunda más importante de la desaparecida
Unión Soviética. Como en todas las antiguas repúblicas comunistas
y soviéticas, la grave crisis económica y la inestabilidad política
fueron las tendencias dominantes en el período que sucedió a la
independencia (diciembre 1991).
Sin
embargo, el antiguo arsenal soviético hizo de Ucrania la tercera
potencia nuclear del mundo y los occidentales dieron prioridad a la
eliminación del mismo. A cambio de ayudas económicas y presionados
por Rusia y Estados Unidos, en 1992 los ucranianos firmaron el
tratado de desarme START I, en 1994 otro trilateral (Ucrania, Rusia y
Estados Unidos) para el desmantelamiento de todos los misiles
intercontinentales estacionados en Ucrania y se adhirieron al Tratado
de No Proliferación Nuclear. Tras la independencia, muchos jefes
políticos y militares insistieron en la creación de un fuerte
ejército para enfrentar una amenaza de Rusia y tanto este país como
Estados Unidos garantizaron la integridad territorial de Ucrania.
Con
las ayudas económicas de organizaciones internacionales, como los
créditos por valor de 500 millones de dólares concedidos por el
Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el país lograría
gradualmente una cierta estabilidad y una continua apertura hacia
Europa occidental bajo la vigilancia de Rusia, de la que depende
vitalmente para el aprovisionamiento energético.
En junio de 1995 Ucrania firmó un acuerdo comercial con la Unión Europea, en noviembre siguiente ingresó en el Consejo de Europa y en 1996 participó de las consultas con la OTAN relativas a la ampliación de esta organización hacia el E de Europa. Al mismo tiempo, una amplia reforma económica fortalecía la cooperación con Rusia.
El problema de Crimea. La pobreza despierta apetitos secesionistas entre las minorías y la península de Crimea, habitada por rusos en más de un 60%, adoptó en 1992 una declaración de independencia rechazada por el Parlamento ucraniano, aunque este le otorgó a la región el estatuto de «república autónoma».
En junio de 1995 Ucrania firmó un acuerdo comercial con la Unión Europea, en noviembre siguiente ingresó en el Consejo de Europa y en 1996 participó de las consultas con la OTAN relativas a la ampliación de esta organización hacia el E de Europa. Al mismo tiempo, una amplia reforma económica fortalecía la cooperación con Rusia.
El problema de Crimea. La pobreza despierta apetitos secesionistas entre las minorías y la península de Crimea, habitada por rusos en más de un 60%, adoptó en 1992 una declaración de independencia rechazada por el Parlamento ucraniano, aunque este le otorgó a la región el estatuto de «república autónoma».
La
importancia de Crimea para Rusia hay que buscarla en la antigua flota
soviética del Mar Negro, estacionada en el puerto crimeano de
Sebastopol. La situación económica de Ucrania era tan mala que en
1993-95 hizo concesiones a Rusia y renunció a un reparto a partes
iguales de la flota del mar Negro a cambio de los suministros de
hidrocarburos rusos y de compensaciones económicas.
Ambos
países firmaron en febrero de 2000 un Tratado de Amistad y
Cooperación, por el que los rusos renunciaban definitivamente a sus
pretensiones territoriales sobre la península de Crimea y el puerto
de Sebastopol, en el mar Negro. En 2013 este acuerdo saltó hecho
pedazos: Rusia, so pretexto de la voluntad de las minorías y el
agrandamiento de la OTAN, se anexionó Crimea y apoyó una
insurrección en Ucrania oriental. Bruselas, a su vez, se desdijo de
sus compromisos: no sólo negó apoyo directo sino también la
entrega de material, lo que impidió al Ejército ucraniano, gastado
y anticuado, de una rápida solución en sus territorios orientales.
La
mala situación político-económica de Ucrania provocaron un período
anárquico, que aprovechó el presidente Putin para la incorporación
de Crimea por Rusia y apoyar una rebelión en la cuenca del Donets
que amenaza desintegrar el resto del país. Pero también es evidente
que el citado período anárquico, rebelión incluida, es el
resultado de las obscuras complicaciones de Bruselas y Washington.