AP Novosti
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Con el
modelo Biryuza —y no Kalibr como indican muchos medios
informativos—, se batieron con precisión 11 objetivos en el N y E
de Siria (Idleb, Palmira, Homs, Raqqa). Los buques lanzadores, según
el Kremlin, fueron la fragata ligera Daguestán y tres corbetas
clase «Buyan», de la flota del mar Caspio, una de las cinco en que
se organiza la Armada rusa (véase más adelante La flotilla
rusa del mar Caspio). Parece una nómina insuficiente y con barcos
pequeños para semejante salva de misiles de crucero en tan corto
intervalo de tiempo, pero no hay más información que la de Moscú
(la de los espías espaciales norteamericanos no se publicita para no
descubrir sus posibilidades).
Los
resultados de la intervención rusa en Siria se hacen sentir en
Bagdad, que se plantea buscar el apoyo directo de Moscú ante la
impotencia —políticamente muy sospechosa— de los aviones
europeos y norteamericanos para acabar con el Estado Islámico en
Irak. El presidente Putin es un maestro de la política de hechos
consumados y el paso inmediato podría ser la intervención masiva
del Ejército ruso como «fuerza de pacificación» (en la práctica
para mantener de su lado al Gobierno sirio, para impedir el cerco a
Rusia por el S y, relacionada con la anterior, para integrar a Irak
en su esfera de influencia). Cuando por fin se restaure una paz más
o menos precaria (la otra alternativa es un impensable conflicto
OTAN-Rusia), más de 180 000 personas habrán perdido la vida, no
menos de 200 000 habrán resultado heridas y unas 100 000 ya optaron
por emigrar a Europa.
Los
misiles de crucero rusos. La fuerza naval soviética fue la
primera entre todas las flotas de guerra mundiales que desarrolló y
montó a bordo de sus cruceros y destructores misiles tácticos de
medio alcance mar-mar (los tipos SS-N-1 de 1957 y SS-N-2 de 1958, con
alcances de 180 y 50 km, respectivamente). El primer misil de crucero
de la Armada soviética que puede adaptarse a esta definición fue el
SS-N-3 Shaddock (1957), supersónico, cabeza nuclear y alcance de
200-800 km, según versión. Le substituye en los años 80 el SS-N-12 Sandbox y durante la «guerra fría» se provén otros misiles
antibarco (superficie-superficie) de medio o corto alcance (tipos
SS-N-7, 9, 11, 19 y 22).
Ministerio de Defensa de Rusia
Lanzamiento de un misil de crucero ruso «Biryuza» desde la fragata «Daguestán» en el mar caspio (7 octubre).
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Dos
tipos representan la generación actual de misiles de crucero rusos:
el 3M-54 Kalibr (SS-N-27 en nomenclatura OTAN) y el 3M-14 Biryuza (SS-N-30), ambos bifásicos de propelente sólido. El Kalibr, de 1'3 t de peso, 540 cm de diámetro y 6'2 m de
longitud, puede ser lanzado desde un barco, submarino, avión o
vehículo terrestre, y dispone de un alcance de entre 50 km (3M-54/91RE1) y 650 km (3M-54T).
Su sistema de dirección es un altímetro rádico que le permite
volar a escasos metros de la superficie, una unidad de dirección de
curso y radar explorador que le permite localizar objetivos del
tamaño de un automóvil grande. El Biryuza, más pesado (2'3 t) y largo (8'2 m), tiene un
alcance de 2 500 km (3M-14T). El sistema de dirección de este misil
se basa en almacenar en la memoria del computador de a bordo un mapa
digitalizado del terreno a sobrevolar, que, comparado con los datos
aportados por el altímetro rádico permite seguir una ruta
predeterminada a 15 m sobre relieve suave y a 50 o 100 m sobre
relieve accidentado.
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El misil de crucero «Kalibr», más pequeño y sencillo que el «Biryuza», puede llevar su carga, nuclear o no, a más de 600 km de distancia.
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El problema del misil de crucero. Un interés particular tienen los misiles de crucero, causantes de la paralización de las conversaciones SALT II. La razón para ello está en su gran precisión y dificultad de distinguir la versión estratégica (carga nuclear) de la táctica (alto explosivo). En enero de 2014, Estados Unidos informó a la OTAN europea de un nuevo misil de crucero ruso que infringe el tratado de 2010 sobre misiles tácticos y estratégicos, pero Moscú recupera la política de secreto que caracterizó la Unión Soviética y, fuera de los organismos de espionaje, nada se sabe sobre los progresos de este supuesto nuevo misil de crucero.
La «flotilla» del mar Caspio. Dentro de la Armada rusa se distinguen las «flotas» del Norte, del Pacífico y de los mares Báltico, Negro y Caspio. Las dos últimas son las más pequeñas y vulnerables por razones geoestratégicas: el mar Negro es fácil de cerrar (estrechos del Bósforo y los Dardanelos) y el Caspio es un lago, el mayor del mundo. Ahora bien, el sistema Don-Volga-canal de Moscú relaciona los mares Negro y Caspio y estos con el Báltico y con el océano Glacial Ártico, y las guerras civiles de Ucrania y Siria han encarecido la importancia de las flotas de los mares Negro y Caspio (véase Rusia refuerza su flota del mar Negro).
En
2015, la flotilla del Caspio está compuesta por 2 fragatas clase
«Guepard» (Tatarstán y Daguestán), 6 corbetas «Buyan»
de 500 t, 1 corbeta «Tarantul» y 15 buques auxiliares (patrulleros,
dragaminas, etc), tres de ellos armados con misiles (patrulleros
clase «Matka»).