CDC |
Con la descongelación total de la «guerra fría» comenzó la evacuación de las armas nucleares estadounidenses estacionadas en Europa (unas 6 500 en la década de 1980), con la excepción de unas 150 bombas tipo B-61, de los modelos 3 y 4, a las que quizá vienen a sumarse varias decenas que no estarían inventariadas públicamente, como sucedió en los años 80 con los depósitos secretos de misiles nucleares «Pershing II», fuera del control de los parlamentos europeos y sometidos única y directamente al mando del Ejército estadounidense.
En la década de 2010 se planteó el problema de substituir o rehacer estas bombas, a riesgo de quedar inutilizadas por fallos electromecánicos (dícese que su durabilidad es de dos o tres décadas). El coste de la versión mejorada de la B-61 (el modelo 12), en número de unas 500, pasó de 4 000 a 11 000 millones dólares y por hoy ya se han concedido o aprobado unos 20 000 millones desde la realización y ensayo del primer modelo prototípico (2015).
Repartición en Europa. La B-61 es una bomba de aviación cargada de un explosivo termonuclear, cuyas características se describen al final de este artículo. En Europa están repartidas en unos 90 refugios antiaéreos en las bases italianas de Aviano y Ghedi, la alemana Büchel, la belga Kleine Brogel, la holandesa Volkel y la turca Incirlik. Los aparatos encargados de lanzarlas son los tipos veteranos F-16 y «Tornado», modelos ya superados que difícilmente podrían realizar incursiones profundas a gran velocidad y pequeña altura en un territorio tan bien protegido como el de la Rusia europea. Todos estos países, excepto Alemania, han adquirido el F-35 «Lightning», pero el mismo no estará preparado para el combate nuclear hasta 2022 o 23.
España, al igual que Noruega y Dinamarca, no ha aceptado jamás armas nucleares dentro de sus fronteras, y sigue manteniendo esta postura, aunque realmente nadie sabe el número, tipo y nacionalidad de los aviones que tienen misiones tácticas nucleares encargadas por la OTAN.
Rearme interminable. El deterioro de la distensión entre Bruselas y Moscú, producido en 2014 con la injerencia de ambos en la política doméstica de Ucrania, se ha traducido en la revisión de la estrategia de la OTAN en lo que afecta a la dotación de armas nucleares. Esas 150 armas atómicas vendrían, de acuerdo con esta óptica, a equilibrar los cohetes simples tipo SS-26 «Iskander» en Kaliningrado, con los que las fuerzas armadas de Rusia hacen pesar una grave amenaza sobre los países europeos occidentales.
ANEXO: BOMBA TERMONUCLEAR B-61
Renitor
Modelo 12 de la bomba termonuclear B-61
|
La B-61 modelo 12, que substituye a todas las anteriores, se emplea para penetrar obras de hormigón (su envoltura es más gruesa) y permite un bombardeo más preciso (error de 30 m frente a los 110-170 del modelo 11). En la cola va provista de unas aletas direccionales a fin de seguir una trayectoria determinada, con dispositivos electrónicos que permiten modificar su alcance y dirección durante la caída. Su empleo como bomba perforante hace que su blanco eventual pueda ser el refugio de Kosvinsky Kamen, construido (1996) para proteger a las jefaturas políticas y militares rusas contra los efectos de los bombardeos aéreos.
Renitor
Panel para hacer funcionar los mecanismos de una bomba nuclear
|