13 de mayo de 2020

Nuevas bombas nucleares en Europa

CDC
La OTAN posee almacenadas en suelo europeo unas 150 bombas nucleares tipo B-61 y en 2020 está previsto substituirlas con una versión mejorada. Esta nueva panoplia nuclear, que la OTAN trata de justificar alegando razones de seguridad y defensa, aumenta el grado de probabilidad que tiene Europa de convertirse en blanco de un ataque nuclear en la hipótesis de que Bruselas y Moscú lleguen a un enfrentamiento directo.

Con la descongelación total de la «guerra fría» comenzó la evacuación de las armas nucleares estadounidenses estacionadas en Europa (unas 6 500 en la década de 1980), con la excepción de unas 150 bombas tipo B-61, de los modelos 3 y 4, a las que quizá vienen a sumarse varias decenas que no estarían inventariadas públicamente, como sucedió en los años 80 con los depósitos secretos de misiles nucleares «Pershing II», fuera del control de los parlamentos europeos y sometidos única y directamente al mando del Ejército estadounidense.

En la década de 2010 se planteó el problema de substituir o rehacer estas bombas, a riesgo de quedar inutilizadas por fallos electromecánicos (dícese que su durabilidad es de dos o tres décadas). El coste de la versión mejorada de la B-61 (el modelo 12), en número de unas 500, pasó de 4 000 a 11 000 millones dólares y por hoy ya se han concedido o aprobado unos 20 000 millones desde la realización y ensayo del primer modelo prototípico (2015).

US Department of Defense
Soldados estadounidenses examinan un modelo inerte de una bomba B-61 para el entrenamiento de operarios, en los subterráneos de la base aérea de Volkel (Holanda). En la imagen aparece descubierto el dispositivo electromecánico para las operaciones de armado del explosivo termonuclear.
Repartición en Europa. La B-61 es una bomba de aviación cargada de un explosivo termonuclear, cuyas características se describen al final de este artículo. En Europa están repartidas en unos 90 refugios antiaéreos en las bases italianas de  Aviano y Ghedi, la alemana Büchel, la belga Kleine Brogel, la holandesa Volkel y la turca Incirlik. Los aparatos encargados de lanzarlas son los tipos veteranos F-16 y «Tornado», modelos ya superados que difícilmente podrían realizar incursiones profundas a gran velocidad y pequeña altura en un territorio tan bien protegido como el de la Rusia europea. Todos estos países, excepto Alemania, han adquirido el F-35 «Lightning», pero el mismo no estará preparado para el combate nuclear hasta 2022 o 23.

España, al igual que Noruega y Dinamarca, no ha aceptado jamás armas nucleares dentro de sus fronteras, y sigue manteniendo esta postura, aunque realmente nadie sabe el número, tipo y nacionalidad de los aviones que tienen misiones tácticas nucleares encargadas por la OTAN.

Rearme interminable. El deterioro de la distensión entre Bruselas y Moscú, producido en 2014 con la injerencia de ambos en la política doméstica de Ucrania, se ha traducido en la revisión de la estrategia de la OTAN en lo que afecta a la dotación de armas nucleares. Esas 150 armas atómicas vendrían, de acuerdo con esta óptica, a equilibrar los cohetes simples tipo SS-26 «Iskander» en Kaliningrado, con los que las fuerzas armadas de Rusia hacen pesar una grave amenaza sobre los países europeos occidentales.


ANEXO: BOMBA TERMONUCLEAR B-61

Renitor
Modelo 12 de la bomba termonuclear B-61 
La B-61 es una bomba de aviación de 320 kg de peso y va cargada de un explosivo termonuclear cuya potencia oscila entre 0’3 y 400 kilotones (kT). Puede ser lanzada a una velocidad de más de 2 000 km/h y va provista de paracaídas o espoletas de tiempos que permiten al avión ganar cierta distancia para evitar los efectos de la explosión. En 2019 el arma existe en cinco modificaciones: los modelos 3, 4, 7, 10 y 11. Las cuatro primeras se emplean para destrucciones de superficie y la última es perforante (penetra a través de un blindaje y hace luego explosión). Según modelo y de acuerdo con la terminología militar atlántica, se la describe como «arma de teatro» (modelos 3, 4 y 10) o «estratégica» (7 y 11). La diferenciación es un tanto artificiosa porque los empleos táctico y estratégico dependen de los distintos medios lanzadores (artillería, aviación, misiles) y la B-61 es transportada tanto por bombarderos estratégicos (B 2) como por los aviones de caza (F-16, 18, «Tornado»).

La B-61 modelo 12, que substituye a todas las anteriores, se emplea para penetrar obras de hormigón (su envoltura es más gruesa) y permite un bombardeo más preciso (error de 30 m frente a los 110-170 del modelo 11). En la cola va provista de unas aletas direccionales a fin de seguir una trayectoria determinada, con dispositivos electrónicos que permiten modificar su alcance y dirección durante la caída. Su empleo como bomba perforante hace que su blanco eventual pueda ser el refugio de Kosvinsky Kamen, construido (1996) para proteger a las jefaturas políticas y militares rusas contra los efectos de los bombardeos aéreos.


Renitor
Panel para hacer funcionar los mecanismos de una bomba nuclear
La operación de armado de la bomba, basada en un mecanismo electromecánico, oscila de entre 30 y 60 minutos, según las fuentes. Esta operación se puede revertir (desarme). En beneficio de su seguridad puede ser inutilizada con un dispositivo a bordo que produce una descarga a fin de liquidar el circuito de la bomba (el mismo se puede rehacer sólo en dos factorías estadounidenses). Quienes conocen la combinación numérica necesaria para armar la bomba son técnicos estadounidenses, con la excepción de los alemanes («clave compartida»).