22 de abril de 2020

España y la exportación mundial de armas

Renitor
Entre los países del mundo, España ocupó en 2018 el quinto lugar por el valor de sus exportaciones de armamentos de guerra, superándole Estados Unidos, Rusia, Francia y Alemania; y el séptimo en el decenio 2009-2018, por detrás de aquellos, China y Reino Unido. En ambos casos, es uno de los diez países que se reparten el 90% del volumen total de las exportaciones bélicas, volumen, por cierto, cuasi-imposible de cifrar rigurosamente.

Según los anuarios publicados por el SIPRI de Estocolmo, institución internacional privada que recoge información estadística sobre el comercio bélico, las exportaciones españolas alcanzaron en 2018 la cifra de 1 188 millones dólares; y según la Secretaría de Estado de Comercio, más de 4 500 millones euros… Estos fuertes contrastes entre las estimaciones privadas y los datos oficiales se explican con la tendencia en las primeras a la infravaloración del valor real de las exportaciones (excluyen armas ligeras, tecnología, etcétera) y el hermetismo de los gobiernos a este respecto, hermetismo ya inscrito en la filigrana de las actas secretas.

Un ejemplo: en 2017 España exportó material y tecnología de guerra por valor de 820 millones dólares, según los datos estimados por el SIPRI, y de 4 346 millones euros (unos 4 900 millones dólares) según la Secretaría de Estado. Y estos 4 346 millones suponen sólo el 20’6% del total autorizado para ese año por el Gobierno español (21 085 millones euros). A partir de aquí entran en escena la hojarasca retórica (boletines periódicos de la Secretaría de Estado) y los intereses de grupo (Ley de Secretos Oficiales de 1968).

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Repartición de la exportación de armas en el mundo entre 2014 y 2018. Solamente una decena de países se repartieron el 90% del volumen total de las exportaciones.
Es evidente la existencia de exportaciones deficientemente evaluadas y el escaso rigor de las estimaciones realizadas, pero en el decenio 2009-2018 las informaciones más solventes sitúan las exportaciones españolas en séptimo lugar, con una cuota de penetración en el mercado en torno a la del 3 o 3’4% del total mundial en 2014-2018 (véase «España: 7º exportador mundial de armas»).

Como habitualmente, los principales productos exportados son aviones y buques, con el 75% del comercio exterior español en 2011-2016. En cuanto a la industria aeronáutica (64% en ese periodo), ha confirmado en estos años su carácter puntero en el sector. Al 31 de agosto de 2019, éstas eran las cifras de la cartera de pedidos de Airbus: 1 842 aviones de transporte, cisternas y de combate han sido adquiridos por 77 países y en estos momentos son operativos 1 313. La mayor cartera de pedidos la tiene Europa, con 1 009 aviones. La construcción aeronáutica militar continúa moviéndose en torno a los modelos de transporte CN-235, C-295 y A-400, el cisterna A-330 y el de combate EF 2000 «Tifón», los dos primeros diseñados y construidos en España y el resto fruto de la colaboración industrial de este país y sus socios europeos del consorcio Airbus.

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Incremento de la exportación de armas en los diez principales proveedores del mundo entre los años de 2009 y 2018 (Italia y Rusia retrocedieron).
En cuanto a los buques, las exportaciones de los astilleros son el segundo renglón más importante del comercio exterior militar español (11% en 2011-2016) y el cuarto del mundo en 2005-16, con entregas al extranjero por valor de 4 000 millones euros, detrás de Alemania (9 600 millones), Rusia (7 900) y Francia (4 900).

Entre los que fueron vendidos al extranjero, destacan por sus características los portaaeronaves polivalentes «Adelaida» y «Canberra» (27 500 t cada uno) y los buques de apoyo en combate «Stalwart» y «Supply» (19 500 t cada uno) —los cuatro para la flota australiana—, así como una serie de cinco fragatas de a 5 000 t cada una («Fridtjof Nansen»), que fue vendida a Noruega. Se excluyen, por supuesto, buques con patente y dirección técnica españolas construidos en astilleros extranjeros: el portaaeronaves «Analodu» (Turquía) y tres destructores «Hobart» (Australia), por citar los más importantes. La cartera de pedidos de los astilleros tiene pendiente, por hoy, cuatro submarinos de propulsión AIP para la flota nacional, todos en muy avanzado estado de construcción, y cinco corbetas o fragatas ligeras para Arabia Saudita.

Renitor
Repartición de la exportación de buques militares en el mundo entre 2005 y 2016
Exportaciones denegadas. España negó exportaciones de objetos cuyo destino puede ser dudoso, como, por ejemplo, sistemas de guía celeste para vehículos espaciales (Irán), que pueden servir al desarrollo de cohetes u otros vectores de lanzamiento nuclear. También hizo otro tanto con sistemas de «clasificación acústica» (China) y direcciones de tiro para carros de combate (Israel), ambos en observancia a prohibiciones estatuidas por la Unión Europea.


Porcentaje mundial (%)
Exportaciones según el SIPRI  (dólares)

2014-2018

2009-2013
2018
1.   Estados Unidos
36
30
1.   Estados Unidos
10 508 000 000
2.   Rusia
21
27
2.   Rusia
6 409 000 000
3.   Francia
6’8
5’1
3.   Francia
1 768 000 000
4.   Alemania
6’4
6’1
4.   Alemania
1 277 000 000
5.   China
5’2
5’5
5.   España
1 188 000 000
6.   Reino Unido
4’2
4’3
6.   Corea del Sur
1 083 000 000
7.   España
3’2
2’9
7.   China
1 040 000 000
8.   Israel
3’1
2’1
8.   Reino Unido
741 000 000
9.   Italia
2’3
2’7
9.   Israel
707 000 000
10. Holanda
2’1
1’9
10. Italia
611 000 000