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Según los anuarios publicados por el SIPRI de
Estocolmo, institución internacional privada que recoge información estadística
sobre el comercio bélico, las exportaciones españolas alcanzaron en 2018 la
cifra de 1 188 millones dólares; y según la Secretaría de Estado de Comercio,
más de 4 500 millones euros… Estos fuertes contrastes entre las estimaciones
privadas y los datos oficiales se explican con la tendencia en las primeras a
la infravaloración del valor real de las exportaciones (excluyen armas ligeras,
tecnología, etcétera) y el hermetismo de los gobiernos a este respecto,
hermetismo ya inscrito en la filigrana de las actas secretas.
Un ejemplo: en 2017 España exportó material y
tecnología de guerra por valor de 820 millones dólares, según los datos
estimados por el SIPRI, y de 4 346 millones euros (unos 4 900 millones dólares)
según la Secretaría de Estado. Y estos 4 346 millones suponen sólo el 20’6% del
total autorizado para ese año por el Gobierno español (21 085 millones euros).
A partir de aquí entran en escena la hojarasca retórica (boletines periódicos
de la Secretaría de Estado) y los intereses de grupo (Ley de Secretos Oficiales
de 1968).
Es evidente la existencia de exportaciones deficientemente evaluadas y el escaso rigor de las estimaciones realizadas, pero en el decenio 2009-2018 las informaciones más solventes sitúan las exportaciones españolas en séptimo lugar, con una cuota de penetración en el mercado en torno a la del 3 o 3’4% del total mundial en 2014-2018 (véase España: 7º exportador mundial de armas).
Como habitualmente, los principales productos exportados son aviones y buques, con el 75% del comercio exterior español en 2011-2016. En cuanto a la industria aeronáutica (64% en ese periodo), ha confirmado en estos años su carácter puntero en el sector. Al 31 de agosto de 2019, éstas eran las cifras de la cartera de pedidos de Airbus: 1 842 aviones de transporte, cisternas y de combate han sido adquiridos por 77 países y en estos momentos son operativos 1 313. La mayor cartera de pedidos la tiene Europa, con 1 009 aviones. La construcción aeronáutica militar continúa moviéndose en torno a los modelos de transporte CN-235, C-295 y A-400, el cisterna A-330 y el de combate EF 2000 Tifón, los dos primeros diseñados y construidos en España y el resto fruto de la colaboración industrial de este país y sus socios europeos del consorcio Airbus.
En cuanto a los buques, las exportaciones de los
astilleros son el segundo renglón más importante del comercio exterior militar
español (11% en 2011-2016) y el cuarto del mundo en 2005-16, con entregas al
extranjero por valor de 4 000 millones euros, detrás de Alemania (9 600
millones), Rusia (7 900) y Francia (4 900).
Exportaciones denegadas. España negó exportaciones de objetos cuyo destino puede ser dudoso, como, por ejemplo, sistemas de guía celeste para vehículos espaciales (Irán), que pueden servir al desarrollo de cohetes u otros vectores de lanzamiento nuclear. También hizo otro tanto con sistemas de «clasificación acústica» (China) y direcciones de tiro para carros de combate (Israel), ambos en observancia a prohibiciones estatuidas por la Unión Europea.
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Repartición
de la exportación de armas en el mundo entre 2014 y 2018. Solamente una decena
de países se repartieron el 90% del volumen total de las exportaciones.
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Como habitualmente, los principales productos exportados son aviones y buques, con el 75% del comercio exterior español en 2011-2016. En cuanto a la industria aeronáutica (64% en ese periodo), ha confirmado en estos años su carácter puntero en el sector. Al 31 de agosto de 2019, éstas eran las cifras de la cartera de pedidos de Airbus: 1 842 aviones de transporte, cisternas y de combate han sido adquiridos por 77 países y en estos momentos son operativos 1 313. La mayor cartera de pedidos la tiene Europa, con 1 009 aviones. La construcción aeronáutica militar continúa moviéndose en torno a los modelos de transporte CN-235, C-295 y A-400, el cisterna A-330 y el de combate EF 2000 Tifón, los dos primeros diseñados y construidos en España y el resto fruto de la colaboración industrial de este país y sus socios europeos del consorcio Airbus.
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Incremento
de la exportación de armas en los diez principales proveedores del mundo entre
los años de 2009 y 2018 (Italia y Rusia retrocedieron).
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Entre los que fueron vendidos al extranjero, destacan por sus
características los portaaeronaves polivalentes Adelaida y Canberra (27 500
t cada uno) y los buques de apoyo en combate Stalwart y Supply (19 500 t
cada uno) —los cuatro para la flota australiana—, así como una serie de cinco
fragatas de a 5 000 t cada una («Fridtjof Nansen»), que fue vendida a Noruega.
Se excluyen, por supuesto, buques con patente y dirección técnica españolas
construidos en astilleros extranjeros: el portaaeronaves Analodu (Turquía) y
tres destructores «Hobart» (Australia), por citar los más importantes. La
cartera de pedidos de los astilleros tiene pendiente, por hoy, cuatro submarinos de propulsión AIP para la flota nacional, todos en muy avanzado estado de construcción, y cinco
corbetas o fragatas ligeras para Arabia Saudita.
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Repartición de la exportación de buques militares en el mundo entre 2005 y 2016
|
Porcentaje mundial (%)
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Exportaciones según el SIPRI (dólares)
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|||
2014-2018
|
2009-2013
|
2018
|
||
1.
Estados Unidos
|
36
|
30
|
1.
Estados Unidos
|
10 508 000 000
|
2. Rusia
|
21
|
27
|
2. Rusia
|
6 409 000 000
|
3.
Francia
|
6’8
|
5’1
|
3.
Francia
|
1 768 000 000
|
4.
Alemania
|
6’4
|
6’1
|
4.
Alemania
|
1 277 000 000
|
5. China
|
5’2
|
5’5
|
5. España
|
1 188 000 000
|
6. Reino
Unido
|
4’2
|
4’3
|
6. Corea
del Sur
|
1 083 000 000
|
7. España
|
3’2
|
2’9
|
7. China
|
1 040 000 000
|
8. Israel
|
3’1
|
2’1
|
8. Reino
Unido
|
741 000 000
|
9. Italia
|
2’3
|
2’7
|
9. Israel
|
707 000 000
|
10. Holanda
|
2’1
|
1’9
|
10. Italia
|
611 000 000
|