Renitor |
El discurso, publicado en un artículo periodístico (El valor de la ciencia radica en la anticipación), había pasado inadvertido hasta que, convirtiendo
estas ideas en acciones, Rusia invadió Ucrania (2014) y así se originó la
«doctrina Gerasimov», bien que entre ésta y la aplicada por la OTAN en Libia (2011)
no hay más diferencia que matices: ambas se basan en la existencia de una infraestructura
global de la información, manipulación de la misma y operaciones cuya autoría
se disimula o falsifica (véase Por qué la OTAN atacó Libia).
La
doctrina Gerasimov actúa
primero sobre el futuro, con la prevención de una amenaza posible derivada de
los cambios políticos en un país o espacio geográfico que tiene especial
significado (situación, recursos, comunicaciones), amenaza que, por lo general,
se corrige con objetivos territoriales o colocando ese país dentro de una
esfera de influencia comercial.
La intervención extranjera en los asuntos
nacionales de ese territorio comienza meses antes de la crisis, con las
campañas subversivas de actividad secreta. Las prioridades establecidas a tal
efecto son a) la selección y recluta dentro de su territorio de elementos
simpatizantes y otros que, guiados por intereses personales, se presten a
colaborar con el agresor y organizar con ellos una oposición política con
apariencia de verdad; y b) el empleo de las redes sociales y toda clase de
medios de comunicación que pudieran contribuir a la difusión de noticias
falsas.
Prevenida la «quinta columna» y el «aparato
propagandístico», las fases de la doctrina de Gerasimov son: 1) Promover un
juicio negativo sobre el comportamiento del Gobierno de ese país, así como
campañas a favor de la justicia de la oposición; 2) presiones materiales,
morales y políticas, por las vías diplomática y militar, que tienen como
finalidad agravar el descontento de la población, con la oposición como
elemento aglutinante; 3) hacer llegar las manifestaciones callejeras a sus
formas violentas, preferiblemente con efusión de sangre, a fin de allanar el
camino para la intervención militar so pretexto de mantener la ley y el orden;
4) persuadir a la opinión pública de la justicia del invasor y apoyar las
corrientes de opinión pacifistas; 5) todo el esfuerzo se encamina a la pacificación
del territorio de acuerdo con la voluntad invasora; 6) dominio político sobre
ese territorio mediante la creación de un gobierno títere o el reconocimiento
formal de grupos locales afines; y 7) convencer a los neutrales de los beneficios
que reporta el reconocimiento del nuevo gobierno o statu quo.
El
combate nuclear. Ni la
doctrina Gerasimov ni otras de su tipo valoran públicamente el combate nuclear,
pero cabe suponer que en los casos extremosos se emplea la amenaza del terror
nuclear a fin de a) secuestrar la voluntad de la opinión pública, y b)
disuadir al enemigo del empleo de la fuerza o provocar un estado de indecisión beneficioso
para la política de los hechos consumados.
Es preciso constatar en este punto que la estrategia nuclear es distinta para Bruselas y Moscú. La doctrina OTAN se basa en un empleo inicial proporcionado y la de Rusia en el uso de estas armas en una escalada (según el Nuclear Posture Review publicado por la Administración Trump en febrero de 2018, Rusia cree que puede desafiar competitivamente en escalada a la OTAN y sentar a ésta en las mesas de negociación antes de llegar a una ofensiva nuclear masiva).
De la amenaza a los hechos. La idea emitida por Gerasimov responde a conceptos antiguos («propaganda negra», «quinta columna», «falsa bandera»), pero adaptados a una sociedad global de la información y sin una situación de guerra declarada o en la que es muy difícil la distinción entre la tensión y el enfrentamiento directo. Con ello se embota el tratado entre estados y se aniquila el Derecho internacional (véase Ucrania: el tratado olvidado).
La invasión de Ucrania proporcionó la primera información sistemática sobre el efecto devastador provocado por la doctrina Gerasimov, se llegó a la presunción de que la misma podría repetirse en los Países bálticos y adquirió otros significados con la retirada británica de la Unión Europea y la proliferación de tendencias a la desunión dentro de sus fronteras.
De la amenaza a los hechos. La idea emitida por Gerasimov responde a conceptos antiguos («propaganda negra», «quinta columna», «falsa bandera»), pero adaptados a una sociedad global de la información y sin una situación de guerra declarada o en la que es muy difícil la distinción entre la tensión y el enfrentamiento directo. Con ello se embota el tratado entre estados y se aniquila el Derecho internacional (véase Ucrania: el tratado olvidado).
La invasión de Ucrania proporcionó la primera información sistemática sobre el efecto devastador provocado por la doctrina Gerasimov, se llegó a la presunción de que la misma podría repetirse en los Países bálticos y adquirió otros significados con la retirada británica de la Unión Europea y la proliferación de tendencias a la desunión dentro de sus fronteras.