18 de abril de 2020

España frente a Rusia

Renitor
Uno de los propósitos de la armazón propagandística de Moscú («Sputnik», «RT» y sus adláteres) es exagerar la fortaleza de Rusia, pero esta exageración ha alcanzado límites exorbitantes y la realidad nada tiene que ver con la propaganda. Así, los valores estadísticos resultan desfavorables a Rusia incluso en relación a España, el más modesto de los llamados «Cinco Grandes» de la Unión Europea («Cuatro» tras la retirada británica).

Producto interior bruto (PIB). Si atendemos, en primer término, a sus potenciales productivos, sus productos interiores brutos (PIB nominal) son similares: 1’5 billones dólares España y 1’6 Rusia (más o menos como Corea del Sur o Australia). Si se considera el PIB por habitante como un primer indicador de su capacidad de compra, el de España es de 33 000 dólares. Esa cifra duplica la correspondiente a Rusia: unos 12 000. Por supuesto, las virtualidades que se esperan de los potenciales productivos nada tienen que ver con la realidad: India y Brasil, por ejemplo, 5ª y 9ª potencias económicas en relación a su PIB, tienen estadísticas de bienestar social inequívocamente tercermundistas.

Turismo. Dentro del fenómeno del turismo, el Foro Económico Mundial (FMI) hizo a España merecedora de la condición de «país turístico más competitivo del mundo», por delante (en este orden) de Francia, Alemania, Japón y Reino Unido, decisión que responde a realidades complejas, desde infraestructuras y comunicaciones hasta protección médica e higiene. Rusia no aparece ni entre los diez primeros (véase «España: campeón turístico mundial»).

Comunicaciones e infraestructuras. España es el segundo del mundo en vías férreas de alta velocidad con casi 3 800 km (por detrás de China) y el tercero en autopistas-autovías con alrededor de 17 000 km (por detrás de Estados Unidos y China), aunque supera a estos países en kilometraje por habitantes.

Ferrer Dalmau
Una perspectiva del puerto deportivo de Barcelona, paisaje típico del Mediterráneo español. El turismo constituye una de las actividades económicas más importantes de España, uno de los cinco países europeos —además de Rusia— con un producto interior bruto (PIB) superior al billón de euros.
Industria militar. En el campo de los armamentos de guerra, España no resiste comparación con Rusia: éste gasta en armas lo que no tiene y aquél es un tacaño. Pero a diferencia de Rusia en el fenómeno del turismo, España sí aparece entre los diez mayores exportadores de sistemas de armas, el 5º en 2018 (detrás de Estados Unidos, Rusia, Francia y Alemania) y el 7º en el decenio 2009-18 (véase «España: 7º exportador mundial de armas» y «España y la exportación mundial de armas»).

Calidad de vida. Un indicador expresivo de la calidad de vida en un país —y aquí la mayor desigualdad entre Rusia y España— es la «esperanza media de vida» al nacer o duración media de la vida de una persona: 84 años en España, sólo por detrás de Japón (86), frente a los 72 de Rusia, similar a la de países como Bangladés o Bolivia.

Por supuesto, en España muchas cosas no funcionan como deben, pero los valores estadísticos resultan particularmente favorables a este país, aunque la tendencia en relación al PIB parece bastante nítida: la distancia de Rusia con relación a España se alargará paulatina e inexorablemente. Y es así porque la gran extensión y riqueza del territorio ruso, equivalente a 34 veces la de España, sitúan a aquel país como una de las grandes potencias mineras en el panorama mundial. Otro asunto es el ruinoso gasto bélico de Rusia, que ralentiza su crecimiento económico y podría llevarle a la bancarrota financiera, cual sucedió con la Unión Soviética.